martes, 13 de abril de 2010

FONDO SOLIDARIO FEDERAL


FONDO SOLIDARIO FEDERAL

El Centro Socialista de Charata sostiene que el modelo sojero o sojizante nos está llevando a profunda desigualdades sociales y una falta de calidad de vida de toda la población.

Sus defensores (empresas agroexportadoras, los pooles de siembra, grandes productores, grades rentistas y proveedores de los insumos) dicen que este cultivo tiene alta rentabilidad soslayando los costos de producción: costos sociales, económicos, ambientales e incluso en la salud pública. Costos que no son contabilizados ni por el Gobierno, al que no le interesa poner en jaque a este modelo, porque gran parte de sus ingresos fiscales, así como el equilibrio de la balanza comercial dependen de el.

Cabe destacar que la “rentabilidad” individual no es equiparable al“bienestar general”, donde el Estado debe garantizar ciertos servicios sociales a la totalidad de los habitantes del país para mejorar su calidad de vida. Hoy la Argentina y en particular el Chaco tienen el mayor índice de desnutridos, con alto grado de analfabetismo y baja calidad educativa, alta tasa de desocupación y/o subocupación, daño sobre el medio ambiente, creciente situación de inseguridad, etc.

Es así que una minoría ocupa el vértice de la pirámide social, desde donde usa y abusa de la propiedad y desde allí administra la abundancia y la escasez.
Nos preguntamos ¿Cuánta gente padece el modelo sojero?, ¿Cuántos productores de alimentos básicos de consumo popular han sido desplazado por la soja?.

Nos parece que la discusión debería comenzar por cómo generar entre los distintos actores de la sociedad un Plan de Desarrollo sostenido y destinar el Fondo Federal Solidario, creado a regañadientes por el Gobierno Central de una manera más eficaz.

Seguimos en las disputas partidarias acerca de cómo administrar estos recursos, que por supuesto no alcanzan para resolver todos los problemas que tenemos los chaqueños, pero sería más útil si comenzáramos a trabajar en conjunto, Gobierno Provincial, Municipios por microrregiones y otros representantes de la sociedad, para determinar cuáles son las obras de infraestructura necesarias para fomentar el desarrollo productivo y agroindustrial que nos saque de este modelo de monocultivo que está impuesto en la Argentina.

La sola distribución no asegura que estos fondos no se utilicen con fines electoralistas, manteniéndolo como reservas en los bancos para ejecutarlos en obras visibles para los ciudadanos pero que poco aportan a mejorar la calidad de vida de los mismos.





















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